Con las zanahorias, ricas en betacaroteno, conseguimos potenciar el bronceado, y a la vez proteger la piel de los daños del sol tras la exposición solar.
Con el kéfir obtenemos un jabón muy cremoso e hidratante, pensado para la ducha después de un día de piscina o playa.
La manteca de karité consigue aportar un punto más de hidratación, perfecto para suavizar las tiranteces y sequedades de la piel.
La vitamina E es perfecta por su acción antioxidante, rejuvenecedora y protectora de los radicales libres que causan el envejecimiento de la piel.
Aquí más fotos de esta joya veraniega:
La fragancia de este jabón es mi querida Kismet, de Gracefruit. Adoro esta fragancia por su frescura y su olor a limpio. Ya hablé de esta fragancia anteriormente, podéis verlo aquí.
Delicioso!!! Un jabón que no puede faltar en verano!!! Carol me estás tentando con esa fragancia, me la voy a comprar!!!! Besos
ResponderEliminarYa verás como no te arrepientes, a mí me encanta. Es la misma que llevan los jabones y cosméticos Karma de Lush.
ResponderEliminarque buen jabón, una maravilla para la piel.
ResponderEliminarsaludos ^_^